Video: http://www.youtube.com/watch?v=yqaOxlYYu4E
Z.O.O. (A Zed and Two Noughts, 1986),se rodó en los Países Bajos cerca de la ciudad de Delft y su aspecto visual alude directamente a Vermeer.
Cuando Greenaway dirigió ZOO, Vermeer aún no era un pintor tan popular como lo es actualmente, gracias a las exposiciones que se han celebrado por todo el mundo y, sobre todo, a La joven de la perla (Girl with a Pearl Earring, Peter Webber, 2003). Una película donde la fotografía reproduce literalmente las atmósferas y colores de los cuadros del maestro holandés, y aquí surge una pregunta: si Vermeer sólo reproducía la realidad y no la interpretaba, dónde está la genialidad del artista y por qué los otros pintores no hacían unos cuadros iguales. No es esta la única cinta en que se produce esta paradoja, recuérdese entre otras Moulin Rouge (John Huston, 1953). Paradoja que se provoca a veces para darle una pátina artística a la película y otras sólo para complacer al público, que reconoce los cuadros ya popularizados por los medios más diversos y agradece estos biopics que parecen adaptados por el Reader's Digest.
"Esta reproducción casi falsificando las obras de otros artistas, recuerda al fasificador Van Meegeren, porque, como dice Orson Welles, hacer una película es hacer una falsificación"
Volviendo a ZOO, Greenaway y su director de fotografía Sacha Vierny, se inspiran en la luz de los cuadros de Vermeer, que suele venir de una fuente situada a dos metros de altura, lateral a los cuerpos, aclarando sus rostros y hombros, y acentuando la cotidianidad de sus actitudes.En la película hay también citas directas a Vermeer. La más clara es la recreación de sus cuadros, el término correcto es recreación, porque no se trata de una copia exacta. Uno de ellos es su obra más conocida y enigmática, Alegoría del arte de la pintura, en la que un artista de espaldas pinta a una modelo que lleva en sus manos una trompeta y un libro, símbolos de la música y la literatura al servicio de la pintura, como, según Greenaway, en el cine lo están la banda sonora y el guión. En la película el personaje masculino en vez de pintar a la modelo, le hace una fotografía, en la pared aparecen las iniciales de Sacha Vierny —como las de Vermeer en sus cuadros—, y en el fondo, también sobre la pared hay un mapa, objeto por los que el director ya había confesado su afición en la citada A Walk trought H. La mujer de ZOO termina tirando la trompeta y el libro, y agarra violentamente al hombre sospechando que le es infiel, al mismo tiempo que lanza una acusación mirando a la cámara, a los espectadores. Greenaway usa la forma de la pintura de Vermeer, pero termina subvirtiendo su contenido.
El personaje llamado Van Meegeren —como un conocido falsificador de obras de Vermeer— reproduce La lección de música, el único cuadro de toda su obra donde aparece un espejo, a pesar de que siempre pinta marcos y mapas en las paredes; un espejo empleado para reflejar la cara de la figura femenina que está de espaldas. Greenaway repite el cuadro con la protagonista vestida como la modelo, salvo que Van Meegeren le ha cosido el traje al asiento, aprisionándola tal como está en toda la película, primero en el zoológico y después en la casa con los gemelos.
La última cita directa a Vermeer se produce cuando los gemelos se sientan desnudos delante de dos reproducciones de El astrónomo y El geográfo, cuadros que representan a la misma figura —Malraux escribió que eran un autorretrato de Vermeer— o que quizás retratan a dos gemelos.
Greenaway invierte la posición de uno de los dos cuadros para hacer que se enfrenten.
"En ningún caso son copias literales de algún cuadro sino, sobre todo, recreaciones de las atmósferas ideadas por los pintores"
El cineasta no reproduce las obras de los pintores literalmente como si fueran cuadros plásticos como Vincente Minnelli en El loco del pelo rojo (Lust for life, 1956), Derek Jarman en Caravaggio (1986) o Akira Kurosawa en Los sueños (Akira Kurosawa Dream's / Kona Yume no wita, 1990), sino que interpreta el cuadro de forma que tenga relación directa con los símbolos de su argumento. Esta reproducción casi falsificando las obras de otros artistas, recuerda al falsificador Van Meegeren, porque, como dice Greenaway, citando a Orson Welles, hacer una película es hacer una falsificación.www.kane3.es
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